Hace unos días escribía unas pequeñas reflexiones acerca del funcionamiento del sistema de becas de investigación predoctorales en España. La experiencia fue realmente enriquecedora e impactante, puesto que mucha gente se animó a leerla y a participar vía Facebook en un debate improvisado en el que mucha gente tuvo la oportunidad de participar y a la que agradezco todas y cada unas de sus aportaciones, pues todas fueron realmente una fuente de inspiración y aprendizaje para mí.
Lo que hoy traigo es un complemento, un "spin-out" más bien, de aquel post. La reflexión que quiero lanzar hoy es acerca de las métricas y el sistema de evaluación de una buena investigación o de un buen investigador.
Sé que me estoy metiendo en un berenjenal, hasta el fondo, antes incluso de empezar a escribir: ¿Qué es un "buen" investigador o investigación? ¿El criterio que aquí planteo es el que considero verdadero, objetivo, válido y universal? ¿Quién soy yo para plantear este tipo de reflexiones y qué quiero conseguir con ello? Mi pretensión es muy, muy modesta, pues de antemano afirmo que mi opinión no es más valida ni menos que la tuya (por favor, cuéntame la tuya para poder aprender de ti!). Por otro lado, todos sabemos que para que algo sea bueno, debe ser en comparación a otra cosa, o al menos bajo unas convenciones que se han establecido, se han objetivado, pero que bien podrían ser otras perfectamente y por tanto, el criterio para aquello que se juzga como "bueno" sería totalmente opuesto.
Cuando hablamos de evaluar (evaluar = emitir un juicio de valor) a una chica o a un chico sobre si esa persona merece una beca de investigación, y por tanto no solamente dinero, sino currículum, más posibilidades de entrar al difícil mundo académico, conocer contactos importante... ¿Cuáles son las métricas que importan? ¿Y si no importa ninguna, qué importa, cómo evaluamos a la persona?
Por supuesto, no tengo la respuesta, pero lo que tengo claro es que tenemos que elegir entre dos cosas, más allá de la justicia, lo aceptable o lo bien que nos parezca el sistema (no dejan de ser juicios de valor, y por tanto, tanto tengas una opinión como la contraria; todas serán válidas):
Por supuesto, no tengo la respuesta, pero lo que tengo claro es que tenemos que elegir entre dos cosas, más allá de la justicia, lo aceptable o lo bien que nos parezca el sistema (no dejan de ser juicios de valor, y por tanto, tanto tengas una opinión como la contraria; todas serán válidas):
Opción 1: ¿Queremos una academia de mucha producción de artículos, en revistas con mucho impacto/ISI/JCR (artículo con impacto = revisadas por dos personas expertas en el tema a las que tu artículo les ha convencido y que pertenece a una gran compañía editorial y que ha recibido muchas citas de los autores que publican sobre el mismo tema). Simple y llanamente esto, que una revista tenga ISI/JCR no quiere decir absolutamente nada más; Donde se otorguen proyectos a la gente que consigue muchos impactos/ISI/JCR y formen e investiguen sobre temáticas que interesen a los bosses de esas revistas?
Opción 2: ¿Queremos una academia humana, cercana a la gente externa a la universidad, participativa, que motive, que premie la calidad de la investigación (calidad = buena reflexión teórica, gran recogida de datos, buena justificación de todos los apartados, coherente, con una finalidad aplicable) que mejore las necesidades de las personas, que incite a los debates a las discusiones y a los seminarios?
Sigo sin tener respuesta. Y tú, ¿Qué opción te convence?
@ebaes
Photo Credit: Department of Computer and Information Science NTNU
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